El nuevo motor para transformar la cultura de nuestras organizaciones
Es de saber, que las organizaciones han transformado sus estrategias durante los últimos años. El uso de nuevas tecnologías, modelos comerciales y metodologías de trabajo, se ha instalado y movilizado distintos procesos de reorganización.
Las relaciones humanas han adquirido un nuevo rol. Por lo que el modo en como las personas se comportan y sienten al interior de sus equipos de trabajo, ha puesto en marcha uno de los principales motores de cambio en las estrategias empresariales.
El paradigma central de la cultura en las organizaciones, durante años, ha impulsado a identificar al cliente como el principal objetivo. La satisfacción de estos permitiría a las organizaciones subsistir a lo largo de los años, priorizando acciones cliente céntrico para potenciar y aumentar las ventas dentro del mercado actual, pero hoy por hoy, pareciera ya no ser suficiente.
La llegada del concepto de “talento” al mundo empresarial, ha generado una fractura importante en cómo se desarrollan las nuevas estrategias de comercio. Instalando nuevos significados para los empleados, comprendidos hoy como colaboradores, por lo que el grado de satisfacción de ellos pasaría a ser una variable importante en el resultado final de las acciones y estrategias.
¿Qué es el Employer Branding?: Una nueva mirada positiva de las empresas, que se centra en sus empleados.
Si bien existen diversas formas e iniciativas importantes. La clave del employer branding nace en la pregunta de ¿Cómo podemos potenciar el nivel de satisfacción que nuestros empleados tienen? Respuesta que inicialmente pareciera estar de la mano de recursos humanos, pero su implementación y mantención involucra a todos los sectores de la empresa, lo que incluye las posibilidades de crecimiento en la organización, expectativas económicas, prestigio empresarial y condiciones laborales.
Su objetivo principal: Desarrollar una imagen completa e idónea, no solo para el actual talento, sino que para el potencial que posibles futuros trabajadores pudiesen inyectar; una forma de mantener satisfechos a los equipos y atraer a nuevos empleadores.
Es una forma de comprender que el beneficio de cada empleado no solo es positivo para sí, sino que posibilita una mayor productividad, generando mayores ganancias para su empresa. El cambio en la forma de percibirlo, permite que este se sienta parte importante de los objetivos de su institución, siendo copartícipe del crecimiento de la misma.
El otro punto de vista: una nueva marca de empresa como empleador. Pero esta mejora en la imagen de la compañía, tanto para sus trabajadores y clientes, tiene más beneficios, dentro de ellos:
Promueve una competitividad saludable con la competencia.
Aumenta la motivación de los empleados.
Genera confianza y mayor compromiso por parte de los empleados.
Disminuye la rotación del personal.
Mejora considerablemente la comunicación interna.
Aumenta la retención del personal y talento.
Si bien la cultura organizacional predominante y el employer branding parecieran ser puntos completamente distintos, van de la mano. Al generar bienestar y nuevas ganancias, esto beneficia finalmente al colectivo, pasando a ser un elemento vital para el eficaz funcionamiento de cualquier organización.
El employer branding, es un proyecto a largo plazo. Y para que su implementación sea exitosa, necesitará no solo comprender y definir los valores que sustentan a la cultura organizacional, sino que el compromiso y participación de todos los actores dentro de la compañía.