2023 y los nuevos desafíos en la gestión de personas
Cómo nos interesan los cambios que potencian al mercado organizacional, es tiempo de integrar en este nuevo paradigma post pandemia, aquellas tendencias que marcarán la pauta para el 2023.
El modelo centrado en las personas y en la satisfacción de nuestros trabajadores, ha llegado para quedarse. Ya no basta con las estrategias cliente centristas como horizonte u objetivo principal. La llegada del concepto de bienestar, equipos y flexibilidad, se han instalado como uno de los elementos centrales a la hora de diseñar nuevos negocios y planes de acción.
Hoy revisamos las principales tendencias que toda organización querrá desarrollar:
1. Bienestar Laboral:
¿Sabías que en la actualidad el bienestar laboral se condice tanto con la vida personal como laboral de nuestros empleados?
Hemos notado que lo importante de una organización son las personas. Sin ellas difícilmente podremos crecer o evolucionar, es por ello que cada día tiene mayor importancia las ideas de calidad de vida, salario emocional y motivación.
Si bien es un concepto que se relaciona directamente a la felicidad en el trabajo y a las medidas que toda empresa pueda desarrollar para mejorar la experiencia de los trabajadores. Abarca desde los elementos más directos, como insumos de trabajo, hasta el desarrollo de actividades fuera del horario laboral que permitan crear un sentido de comunidad.
Aunque no se plantea directamente, es algo que todos los trabajadores pueden fácilmente identificar de modo negativo o positivo en la cultura de sus instituciones, por lo que se ha convertido en una pieza fundamental dentro de la gestión de personas. Es por ello que se asume también como una nueva preocupación por parte de gerentes y líderes: El crecimiento de las empresas, va de la mano de la satisfacción de sus colaboradores.
2. HR Analytics; Los análisis de recursos humanos:
Esta metodología y proceso de análisis, se traduce como la necesidad de comprender y saber qué ocurre al interior de las empresas y organizaciones, como punto de partida para la toma de nuevas decisiones.
Una mirada al pasado que nos moviliza al futuro. Poniendo el foco en el momento presente, el análisis de la información nos permite comprender lo que en la actualidad ocurre con nuestros equipos de trabajo, para luego poder establecer aquellos “sistemas de alertas” que nos ayudaran a identificar prontamente los riesgos de que, en un equipo, exista un determinado nivel de rotación, ausentismo y las acciones inmediatas que son requeridas.
Una analítica predictiva y prescriptiva que nos recomienda como actuar y prevenir con objeto de nutrir y fomentar el clima laboral, la motivación de nuestros colaboradores, revisar la distribución de áreas, entre otras. Lo importante, es tener el foco claro de aquellos elementos que requieren ser reconocidos en función de los objetivos empresariales
3. Employee Experience:
Hemos desarrollado la nueva imagen que las empresas adquieren mediante el employee branding. El esfuerzo de gerentes y líderes se ve altamente beneficiado una vez que alinean sus estrategias con las experiencias de sus colaboradores, pero ¿Es suficiente?
Si bien desarrollada la imagen definida como una variable que requiere un esfuerzo consciente, ¿Qué pasa con el componente intuitivo que aparece en los trabajadores y que las organizaciones no pueden controlar?
El employee experience nos muestra la vivencia concreta de las personas en la relación profesional con una organización, antes, durante e incluso después del vínculo laboral. Aquí entran en juego las expectativas que los empleados mantienen de los diversos momentos que mantiene en la relación con su lugar de trabajo, tanto formales como informales.
Si hablamos de la empresa en forma positiva, daremos una buena imagen a los posibles clientes o candidatos de interés. Por lo que en esta relación, aquellos trabajadores con mejor experiencia, se convierten en mejores promotores.
Esto implica que:
Cuando hablamos de la experiencia de nuestros empleados, hablamos de personas.
Cuando trabajamos con personas, nos relacionamos con sus percepciones.
Debemos considerar las emociones y el impacto que estas generan en la memoria.
Nos ampliamos a toda relación profesional con la organización, exista o no una relación contractual.
La experiencia de un empleado comienza mucho antes de que sea contratado. Y perdurará incluso después del término formal de la relación.
4. Desconexión digital y Flexibilidad:
Con el teletrabajo y el fuerte impacto de las tecnologías, es muy fácil caer rápidamente en aquellas tareas laborales fuera de horario. Si bien necesitamos desarrollar sistemas de flexibilidad laboral, el poder separar la vida laboral de la personal es algo de gran importancia para el bienestar de todo equipo.
Es por eso que la tarea de los líderes, es fomentar el autocuidado a través de la promoción de la protección del espacio personal: “aquí termina la jornada y disfruta del resto del día”. No olvidemos que el trabajo ocupa una parte de del día, no las 24 horas.
Desarrollando estas acciones, fomentamos que los equipos se sientan más a gusto e incluso pudiendo definir en qué parte, como organizarse y en que horarios realizaran sus actividades a fin de conciliar la vida laboral y personal “tener tiempo para mí”
5. Team building:
No solo de personas nos preocupamos, sino que el bienestar debe incluir el grado de satisfacción que los equipos tengan, tanto en su interior como en la relación con el resto de la organización.
Estas actividades cada día se hacen más presentes. Crear actividades o experiencias en las que los integrantes puedan verse más allá de ser “compañeros” si no que como actores de confianza independiente de las relaciones personales que puedan establecerse.